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EL VOLUMEN DE LAS PESADILLAS

Foto del escritor: LUCY QUINTANILLALUCY QUINTANILLA

Actualizado: 11 oct 2019

De las sombras a la luz


“Una Vida de Fuego y Metal” de PERUKO CCOPACATTY, en el Centro Cultural de la EScuela de Bellas Artes de Lima.

¿De qué están hechos los sueños más sombríos? ¿Acaso de miedos? ¿Acaso de penas?


¿Acaso de no encontrar la salida?


Quieres gritar…Y no puedes.


Quieres que te oigan…Y estás solo.


Quieres correr…Y no te puedes mover.


Quieres despertar…Y parece imposible abrir los ojos.


Quieres ser testigo, no protagonista…Y eres ambos personajes.


Quieres desaparecer…Y eres cada vez más “consciente” de todo.


Vivir al otro lado de la madrugada, ir contra el reloj, caerse, arrastrarse, sentir los pies nuevamente para caminar, ya falta poco para encontrar la salida, que es a su vez la entrada; correr, saltar, querer volar y volver a caer…una…y otra vez…y otra…y una vez más. Tratar de respirar, no lograr inhalar por completo, ¿por favor?, querer exhalar algo, no saber ya qué, no hay oxígeno solo hediondez, no sentir el aire, tan solo el sonido perdido de la malicia irreal de la naturaleza, interna y externa; seguir corriendo, seguir cayendo; sentir que alguien, algo, presiona; que se busca sin encontrar, que se encuentra sin esperar, que se ve sin entender, que se oye una lengua desconocida y la impotencia te recorre, que se toca algo tan lejano y lo que se acerca no se quiere ni se necesita. Ser perseguidos por seres titánicos que, por lo general, resultan muy fuertes, inmensos, portentosos y tan dañinos como el arrebato más simple que produce la duda y la parálisis porque lo que al principio fue temor, poco a poco se ha ido transformando en terror…Al vacío, al silencio, a la pérdida, al cambio.


Entre las múltiples esculturas como la principal herramienta de expresión, esta pintura captura toda la atención.




- ¿Y esto?


- Este es un sueño que me impactó…Siempre he soñado tratando de rellenar un espacio. Y aquí el sueño fue tan intenso que tuve que hacer sketches, dibujos y más dibujos. - Responde el escultor Pedro Ccopacatty


La pintura mural contiene al artista entre sus sueños, entre sus pesadillas, entre su propio más allá.


- Son los rehenes de la vida, del poder, del otro lado, de lo negativo y de lo positivo. Es lo que hay que sufrir, la trama humana. Sí, esto representa la trama humana. Por eso ves una madre, un niño, personas amarradas…


Y sorprende la interacción y el disfrute en dicho intercambio del público con el escultor. De pronto uno lo avala, lo interrumpe sutilmente y busca completarlo:


- ¡Fantasmas!


Y el artista asiente y prosigue:


- Sí, fantasmas detrás. Y es exactamente lo que está pasando en el Perú ¿no?


Y nuevamente alguien participa:


- Claro, es la realidad…


Y alguien más:


- La traición, el odio


Y alguien más:


- ¡Premonitorio!


Y Ccopacatty vuelve:


- Me gusta expresar lo que siento y eso es lo que me satisface. Gracias a la naturaleza, al universo que me dio el cerebro inteligente y fuerza para pensar.




“Peruko” Ccopacatty recorre cada espacio de la amplia sala de Bellas Artes en Lima, es un ídolo rodeado de seguidores que lo admiran, que parecen saciarse oyéndolo, y observando cada paso que da. Él es el orador, el narrador, el protagonista y el autor, el creador de su propio relato glorioso, el pasado y el presente, el sol, tal vez la luna y también las estrellas, por decisión propia.


Los minutos transcurren y continúan delineando una historia dentro de aquel espacio cultural, un pequeño universo literario que se está entregando cruzando la puerta, de espalda a las fulminantes calles limeñas en su cotidiana y agresiva hora punta. Aquel es el tiempo y una nueva historia que se está formando al son de una sola voz.


“Maestro”, le dicen muchos.


Lo aplauden.

Lo esperan.

Lo siguen.

Lo quieren.


Son su eco, o las constantes palabras finales para alguna oración o idea iniciada por el escultor.





De pronto me siento “The Observer”, estoy dentro pero también fuera. Y así, logras abrigar, por encima de la admiración percibida por parte de todos, el hondo sentido de identificación de varios asistentes, también de curiosidad y el sentirse “parte de”. Parte de un todo, parte de una leyenda aymara que crea y se resiste al paso del tiempo y a los límites, que valora intrínsecamente el metal y se siente un imán por dictamen propio, que insiste y resiste basado en la voz de sus propios instintos.


“Una Vida de Fuego y Metal” es la exposición retrospectiva del escultor, retratada y abierta al público en el Centro Cultural de la Escuela de Bellas Artes de Lima.


Esta es la puesta en escena de una de las etapas de su carrera, entregada tras décadas dedicadas a darle formas inusitadas a un material que para él resultaba más simple y atinado que la piedra o el cemento: el metal.


Sus esculturas y pinturas son la cúspide de un proceso narrativo que atraviesa la desfiguración de la vida y de los cuerpos; que anuncia los estados, del alma y tal vez también de la mente, tantas veces sin una silueta nítida y aún más, sin dirección; que deforma las formas originales de la creación y traslada ese nuevo diálogo físico a obras de arte monumentales instaladas en distintas partes del mundo.


Es la atribución de la belleza, también de la pérdida y asimismo de la permanencia de la vida en un trabajo que busca la trama, como diría el autor, que quiere satisfacerse del movimiento, de la textura, de lo expresivo y trágico que acaso puede resultar lo que ha iniciado. Una exposición constante de la vida que necesita del hilo conductor entre sus piezas.


Son sus raíces, la historia personal atravesando una cruda realidad sudamericana desde los primeros años de existencia, una lectura de lo presente y una búsqueda por un futuro hecho realidad desde el arte.


Un sello inamovible de su trabajo queda indeleble en la gran escala de sus obras, todas prioritariamente inmensas y si él pudiera, infinitas. Nada es coincidencia, su búsqueda por alcanzar, por compartir, por recuperar, por no perder, por NO al vacío, por eternizar, por llegar a todos. Y así, de pronto, vas decodificando lo que, tal vez, hay detrás del conjunto y también de la singularidad. Se trata de la comunicación como sinónimo de humanidad, y de ésta como lo grandioso, lo cercano y lo lejano, la amplitud de los espacios, lo ancho, lo largo, lo alto y lo extremo también.


Un concepto de heroicidad que personifica desde el principio y el final de su lenguaje corporal.


Un concepto de heroicidad en el que cree y que atribuye a un grupo humano eterno como posibilidad de logro y de esperanza.


Un sueño…


¿Y los sueños, sueños son?


No.


Son más que eso.


Son realidad.


Algunas veces…


….Son realidad


Sus personajes son propios y al mismo tiempo no lo son, le pertenecen y los entrega cuando el lector asume su propia postura decodificando el contenido y atribuyendo sus propios significados. Así, los hombres y mujeres que esculpe y que pinta son todos y todas; aquí y allá; hoy, ayer y mañana.


El escultor que quería libros para la biblioteca que fundó en Puno, obras de literatura, filosofía, poesía, música, historia y cultura en diferentes lenguas como aymara, español, quechua.


“Escribir y leer sobre las expresiones culturales…El amor por el arte, la literatura, la música y la filosofía para abrir la mente y ser como un ave volando por el universo. Un mundo sin límites que hace feliz. Como ir al paraíso. No lo sé, pero es bello.”

Ningún artista tan protagónico como él, un escultor peruano con una amplia trayectoria dentro y fuera de Perú, premiado múltiples veces, los aplausos de la ONU probablemente resultan uno de sus mayores sellos creativos.


Su voz está cargada de un fuerte discurso político-social, de orgullo, de alegrías, de penas, de rabia, de logros, de ovación interna, de continuidad, de pasado, de historia, del tiempo en las venas, de un tiempo pretérito que recuerda casi sin perdón, de un discurso repleto de carga emocional, de la voz que se eleva, que resurge entre altibajos, que tiembla y que antes que todo y que nada, conceptualiza la propiedad intelectual única e irrepetible.


Como mencionara en una entrevista internacional:



Acaso hay un niño eterno dentro de él. Uno que cree en los buenos y en los malos, en los héroes y los desprotegidos. En que la luz supera a la oscuridad y las dimensiones piramidales del cuerpo, del alma y de la mente pueden tocar el cielo, llegar a la luna y siempre ir más allá.

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