¡Despierta!
Vive como si estuvieras viviendo por segunda vez
y como si, la primera vez,
hubieras actuado tan mal como estás a punto de actuar ahora
Viktor Frankl
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Maritza Núñez posee múltiples tesoros contemporáneos: libertad, un discurso poderoso, creatividad tangible, talento valorado, la posibilidad de ejecutar sus ideas en la realidad palpable y la oportunidad certera para comunicarlas al otro. La escritora y guionista peruana no cesa de crear, y lo más importante, no cesa de crear obras con mensajes poderosos que animan al cambio, a ser pensadores críticos que confrontan el lado horrible de la humanidad: violencia de género, discriminación, genocidio, crisis medioambiental, esclavitud y otros nombres que evidencian nuestro lado más oscuro. Aun así, una y otra vez, sus textos nos recuerdan que podemos comprender mejor la existencia, acaso transformarla y encender la luz, abrir unos ojos más felices, ver mejor, reaccionar y darles continuidad a sus relatos desde nuestra vida diaria.
Un día, hace varios años, su Perú natal despertó en Europa, abriendo los ojos a una realidad tan distinta, a miles de kilómetros de sus raíces originales, caminando en otro idioma, latiendo en un nuevo suelo, respirando en otro horario y entonces, una reciente historia de vida entrelazaría sus hilos entre el pasado, el presente y el futuro, conectando sus ideas, sus ideales, sus herencias, sus encuentros y sus actividades alrededor de aquella palabra perfecta, una llamada Arte...una llamada Literatura.
El silencio forzado no existe en su repertorio de vida, su postura delicadamente definida para expresar, sin filtros ni disfuerzos, la realidad transformada en cotidianeidad y tantas veces en indiferencia, evidencian una postura clara frente a la oportunidad de generar cambios y la necesidad urgente de tocar temas que nos involucran a todos y que, sin embargo, en nuestras sociedades latinoamericanas son tantas veces pasadas por alto o convertidas en parte de la rutina diaria.
“La palabra libertad resume la constante más importante como tema en toda mi obra. La libertad sobre todas las cosas, la libertad en el sentido para el cual fue creada la palabra. La puedo abordar desde distintos ángulos, desde distintas perspectivas, pero la libertad sigue siendo una columna esencial en mi obra. Es lo que yo siento también a nivel personal. Además, no hago exclusión de género, he hecho poesía, narrativa, libretos de ópera, dramaturgia.”
MÍTICO TALENTO, TEXTOS SIN FRONTERAS
Escribir enmarca una poderosa herramienta para narrar historias, para decir verdades y también para mostrar a una sociedad desnuda, sus radiografías y además sus impulsos, debilidades, manías y en sí, sus infinitos matices emocionales y mentales. Escribir abraza siempre la posibilidad de concebir relatos sobre ti, sobre él, sobre ellos y sobre mí, de provocar histerias e historias únicas, denunciar al desamor y soñar siempre con la belleza de un aquí y un ahora más cristalino. Seres emocionales, seres racionales, seres magnéticos y también enigmáticos. Escribir para crear, para evidenciar, para decir y siempre para sentir.
Maritza habla de talento y cómo asocia su definición a la palabra libertad, una que puedes defender y al mismo tiempo una que tu sociedad te permita. “Porque también hay mucha gente, mucho artista o mucha persona talentosa que, si hubiera tenido la libertad de explorar, de desarrollarse como ser humano, con todo lo que eso debería significar como posibilidades en una sociedad, esa persona llegaría a descubrirse.
“Ahora, lamentablemente no todos los niños que nacen con talento tienen posibilidades para desarrollarse, entonces ¿cuál es la libertad para un niño que está trabajando en la calle a los seis años?, ¿de qué libertad hablamos? Ojalá los niños tuvieran posibilidades de llegar a descubrir su talento. Pienso que todo ser humano tiene un bellísimo y gran talento para algo. La persona que no es buena para tal campo lo es para otra cosa, y eso lo vemos con la gente que está privada de alguno de los sentidos, pero tiene desarrollados otros. Yo apuesto por el ser humano como un ser talentoso y con el derecho a ser libre.”
PARADOJAS DE LA OFERTA CULTURAL
¿Es suficiente con tener un enorme conjunto de actividades culturales? ¿Basta con una cartelera llena de nombres y horarios? ¿Alcanza con abrir las puertas de los centros culturales seis veces a la semana durante ocho horas por día?
¿Hay algún ideal detrás de esos cuestionamientos? Probablemente...Que el público consuma más y más las actividades culturales ofrecidas por sus sociedades, que entren, observen, escuchen, entiendan, se cuestionen, se conviertan en críticos que experimentan con los cinco sentidos, compartan y quieran más, que busquen volver y que, finalmente, se identifiquen y encuentre respuestas, a veces, a tantas preguntas.
Y a la pregunta: ¿Por qué la cantidad de personas que visitan los centros culturales aquí no es mayor, más público visitando nuestros muesos, nuestras galerías, nuestros teatros y demás centros culturales?, Maritza no lo piensa mucho y responde:
“Porque creo que todavía vivimos en una sociedad con extremas diferencias sociales. Ahora, hay otra razón, la demanda se crea porque te enseñan a probar qué es lo que te puede gustar...”
Establecida en Finlandia desde hace mucho tiempo, su contacto diario con un contexto social completamente distinto al nuestro la lleva a hacer una analogía que enmarca acaso la urgencia de un cambio progresivo, aunque lento, pero seguro hacia distintas y nuevas oportunidades para todos en nuestras sociedades latinas. “Yo comparo, por ejemplo, nuestra realidad con la sociedad en donde vivo, la sociedad nórdica en donde un niño ya en la guardería tiene posibilidades de cantar muchísimas canciones. Finlandia es un país interesantísimo, los libros con canciones para niños son maravillosos, y te hablo para niños muy pequeñitos, se trata de enfocarse en ellos desde que pueden cantar. Canciones para el día de la madre, canciones para navidad, canciones para el día de la independencia, canciones de los animalitos... Allá la gente tiene su piano, tiene instrumentos, los chicos tienen posibilidades de sentir que les gusta la música y puedes sentir que te gusta la danza porque tienen posibilidades de hacer. Además, materias que están más allá de la escuela: danza, deportes, ajedrez... O los llevan al teatro y luego las casas de ópera, como la Ópera Nacional, en donde ahora hay programas para bebés y ya no te hablo de ópera para niños más grandes, ¿y qué es lo que ves?, encuentras mamás con niños en coches que entran a ver una adaptación de Mozart para bebitos..."
"Entonces, hablamos de una sociedad que te va enseñando a ser consumidor de algo que has podido probar."
DIÁLOGO ACTIVISTA
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Es imposible no percibirle como dueña absoluta de una libertad total, real, palpable, y del mismo modo sentir, a la distancia, cómo se abraza muy fuerte de ella. Sus obras tienen un tono fuerte de denuncia, de quitarle el velo a aquellas realidades, tantas veces atroces, que en una serie de rutinas ensombrecidas muchas veces tendemos a normalizar y a ignorar. Su arte hace una llamada aguda a la acción, invita a la toma de consciencia de lo que ocurre como emergencia social, como problema real, como necesidad de tantos otros compartiendo el mismo contexto que nosotros. Arte activista, arte activo, arte vivo, arte con propósito.
Arte que cambia vidas y toca almas y mentes.
Arte que conversa contigo, conmigo, con ella.
Arte que inspira a crear desde el espacio propio una vez que la función a terminado.
Arte que no olvida, arte que continúa y siempre, arte que crea nuevas luces para poder ver, mirar, observar y, por eso, entender.
Cada vez más, el arte contemporáneo acerca más a las nuevas generaciones a la toma de consciencia de la realidad que atravesamos a nivel global, una que es compleja y que, aunque tantas veces absurda, solo sigue pronunciando sus consecuencias devastadoras por donde va caminando: crisis medioambientales que resultan golpes brutales a la vida en general; seres humanos víctimas de múltiples golpes que van desde la explotación sexual hasta la violencia generada por absurdas diferencias de género, o situaciones políticas mundiales que evidencian abusos de poder constante. Del mismo modo, otros temas que abrazan a cualquier ser humano también son abordados por distintos artistas de esta era, con tonos pacíficos, libres y llenos de energía contagiosa, y entonces la maternidad, la homosexualidad, las vivencias de las familias disfuncionales, la soledad, la no aceptación de las realidades y más son contenidos que cada vez se evidencian más. Letras que motivan a la reflexión y al cambio abriendo nuestras perspectivas y desafiando los paradigmas existentes. Una serie de sugerencias, pedidos, ruegos tal vez, que pueden concretarse, aun cuando la realidad todavía no coincida con dichos ideales.
¿Qué es el arte activista, Maritza?
“Es el arte que intenta producir una reacción en la sociedad, más allá del valor artístico, para poder dar como resultado acciones. Es el arte que asume temas urgentes y el artista, el que intenta participar en los cambios que aún son posibles.”
Y resuena como un eco...CAMBIOS QUE AÚN SON POSIBLES...
¿Qué son los cambios todavía posibles?
"Hace unos meses tengo una sensación...Siempre he tenido conciencia, pero ahora es una urgencia física, la siento a nivel de piel. Siento que ya son demasiadas cosas. Los seres humanos todavía no tomamos conciencia de los desastres que ocurren, como los incendios que ya no se apagan en un día ni en dos, y que requieren de miles de personas intentando apagarlos. Por ejemplo, ahora que estuve en Ecuador viendo La Ciudad bajo el Mar, hubo una proyección en la que se mostraban las masas de plástico y cuando vi una imagen real...sentí estremecimiento, se me salieron las lágrimas porque claro, eso es una realidad, eso es lo que le vamos a dejar a los niños. Ahora hay activistas como Greta Thunberg, la pena es que hoy son los niños los que han necesitado hacer huelgas, ¿dónde estábamos nosotros? La conciencia ecológica aparece muy tarde, y en unos países más tarde todavía ¡y es tan urgente!”
Maritza suele sugerir colocar imágenes reales para sus guiones. Considera que se trata del juego de la ficción entre el mundo de cuento con una realidad palpable. Piensa que dejar abierta una proyección con lo que ocurre actualmente eso puede ir cambiando.
Su voz nunca se apaga, y ese sentido de libertad infinito es lo que le permite hablar, sin miedo, de lo que la sorprende, aflige y sensibiliza. Son tantas cosas...¿Y nosotros, qué estamos haciendo? ¿A dónde estamos mirando? ¿Qué estamos oyendo y de qué estamos hablando?
“Hay contrabando de niños, y ese es otro tema en una ópera con un finlandés. Ese es un tema que ocurre, que nos atañe, hay miles de personas que están perdiendo a sus hijos, que los pierden porque son vendidos, son raptados, son prostituidos. ¡Eso no es una ficción!”
Nuestros sentidos se han malacostumbrado a percibir realidades durísimas y a sorprendernos poco, o mucho tan solo durante unos segundos, a suspirar, espantarnos antes las noticias, quejarnos un poco, debatirlo por momentos y a seguir con nuestras vidas, porque...¿qué más se puede hacer? Así está el mundo ¿no? Siempre se puede responsabilizar a las autoridades, a la mala suerte, al mundo que está cambiando para peor, al clima...Y ¿nosotros? ¿REALMENTE NO PODEMOS HACER NADA DESDE NUESTROS PROPIOS ESPACIOS DE CIUDADANOS DE A PIE? O, ¿sí? O, ¿tal vez? O ¿hasta cuándo tanto silencio? Tal vez sea el reinado de la insensibilidad prolongada, del adormecimiento emocional humano o de la inmutabilidad permanente ante una constante que, en el fondo, sí puede transformarse...
Dijimos ¿SÍ?
Sí.
Dijimos SÍ PUEDE.
“¿Por qué si vemos una película salimos llorando por lo que le pasa al personaje? Y me anoto en eso, a veces veo una película así, salgo de un ballet y salgo llorando, y cada vez que veo Romeo y Julieta me indigno con Shakesperare, ¡por qué arruinarle a uno tres días con un final así! Eso es otra cosa. Pero a veces prendemos el noticiero y en alguna parte de nuestro cerebro somos conscientes y nos preocupamos, pero no nos da esa angustia que nos puede transmitir un culebrón..."
Entonces los medios y sus noticias en constante desastre armonioso, ¿nos han insensibilizado casi por completo?
“Bueno, creo que uno no saborea la violencia. Creo que probablemente se produce una sensación de rechazo si eso es lo que abres en el noticiero una y otra vez. Y quizás el que la rechaza no ha prestado atención, o no es que no tenga interés. Quizás tendría que bastarnos el saber que esto ha ocurrido, sin necesidad, a veces, de aquella forma violenta de hablarte sobre la violencia. Y luego, yo no sé, los niños ven noticieros violentos, ¿es eso necesario? ¿es necesario escenificar la violencia?"
EL ARTE COMO MOTOR DE CAMBIO
“Escribo porque quiero creer que el arte te permite mantener la esperanza en otra realidad posible. Creo que es la explicación maravillosa para entender por qué en medio de Auswitch, un campo de concentración en la Alemania Nazi, la gente ensayaba y tocaba música; por qué en los momentos de las guerras grandes, europeas, la gente seguía practicando con sus instrumentos, seguía haciendo arte. Sería la única manera de entender por qué Ana Frank cuando estaba en una situación tan extrema como esa sintió una necesidad de escribir, no fue casual que ella hiciera un diario, estaba dejando un testimonio y hoy la representamos como un objeto artístico. Quiero creer en el arte justamente porque el mundo es horrible en muchos aspectos."
Y los cuestionamientos pueden ser miles, tantos como las ideas y respuestas al qué hacer para generar un efecto mayor de identidad, de consciencia ante obras como las que Maritza expone en América Latina y en otras partes del mundo. Finalmente, no podríamos olvidar que nuestras sociedades latinas están todas conectadas por determinados patrones sociales que atraviesan nuestras culturas y a nuestros ciudadanos, desde todas las generaciones. ¿Cómo se podría impactar, aquí, de manera más profunda y más efectiva, desde el arte activista? ¿Cómo llegar de manera más tangible y eficiente desde las artes a una sociedad que convive diariamente con problemas tan complejos como la inseguridad ciudadana por niveles extraordinarios de violencia dentro y fuera de los hogares, narcotráfico, mendicidad infantil, esclavitud, discriminación, carencia de infraestructuras que liberen a todos de la plaga del S.XXI como lo es el estrés y más?
“Esa persona tal vez quisiera ver arte, pero tiene una necesidad primordial”, responde.
“Sin embargo, sí creo que incluso si hablamos de prostitución infantil, claro, la realidad de los niños que están en ello, o de los niños que están en la minería es una realidad física, no puedes respirar. Aun así, si ellos atendieran una obra artística no creo que dirían - bueno esta no sabe lo que es estar en nuestra situación-, a lo mejor sí, pero creo que no. Depende de cómo esté contada la historia, ahí está el reto. Creo que más bien dirían - HAY OPCIÓN, HAY ESPERANZA, ESTO SE VA A PARAR, HAY ALGUIEN QUE ESTÁ DENUNCIANDO NUESTRA REALIDAD. QUIERE DECIR QUE ESTÁBAMOS EN LO CIERTO AL RECHAZAR ESTO, PORQUE ESTO NO TIENE POR QUÉ SER NORMAL, NO TIENE POR QUÉ SER NUESTRA REALIDAD”, prosigue la escritora.
Los resultados óptimos, concretos y reales después del contacto con una obra artística, sin importar el género, siempre pueden ser tangible, medibles y progresivos si se administran de manera constante, en el largo plazo, y de forma adecuada. Latinoamérica no es una excepción a la regla, todo lo contrario.
“El ser humano ha nacido con bellos sueños, ha nacido con un mundo interior bello. E incluso el niño nace con derecho y con necesidad de belleza, otra cosa es que las sociedades no se la prestan.
¿Y qué es la belleza para ti?
“Creo que la belleza es la vida y todo lo que eso implica como concepto filosófico, en el más puro sentido de la palabra. Es la vida y también la libertad, porque una vida fue creada para ser libre, lo otro es disfuncional, es una deformación de lo que ésta debió ser.”
LIBERTAD PARA PERCIBIR. LIBERTAD PARA COMPRENDER
La existencia de múltiples y diversos espacios culturales permite mayor oportunidad para el público al momento de elegir qué pieza de arte consumir, multiplica su exposición y convivencia con un entorno cultural vivo, pero no garantiza el entendimiento de lo consumido. ¡Y ahí está la clave! De lo contrario, sería como consumir alimentos y que nuestro organismo no procesara ningún nutriente. Entonces, sería como tratar de alimentarse de aire.
Entonces, no se trata solo de entrar y salir de una galería, un museo, una biblioteca o un teatro, sino que hay que “saborear” lo que se está probando. ¿Es así?
“Saborear no necesariamente quiere decir entender. Evidentemente, si tienes acceso a clases de arte, estudias en un colegio en donde el nivel de la enseñanza es muy alto, tienes posibilidades de ir a actividades culturales, claro, tu comprensión va ligada a una experiencia informativa. Pero, creo que, sobre todo, ya ahora haciendo una ramificación, creo que se trata de SENTIR. Porque, por último, me ha ocurrido que alguien me ha dicho -nunca había visto ópera, pero esto me encantó-. Claro, si le pregunto a esta persona algo sobre la ópera a lo mejor no me lo va a decir y a lo mejor ni siquiera sabe explicar por qué le gusto, pero le gustó y eso ya es un gran logro. “
La rutina y los hábitos alejados de los consumos culturales nos han predispuesto a asumir, en más de una ocasión, que “la vida es así”, que “es lo que nos ha tocado vivir”, que “hay prioridades”, que “tengo otras preferencias y gustos” ...La cotidianeidad, incluso cuando es negativa, se ha convertido tantas veces en una zona de confort que evita ver las amplias oportunidades de descubrimiento de lo externo y de nosotros mismos a través de una pieza artística, todo lo que ellos nos podría aportar y hacer entender, y cómo nuestro sentido de la realidad tangible podría cobrar nuevos cursos y razones.
“Uno nace y sabe respirar. Ya en las cuevas la gente dejaba registro, dibujaba, bailaba, y ahora en las tribus la gente baila. Nacemos con esa libertad para expresarnos, pero la sociedad nos va bloqueando hasta que un día tienes camisa de fuerza de tal magnitud que tienes que empezar a pagar clases de yoga para recordar cómo se respira correctamente. Un niño en la maternidad sabe respirar, aprende a respirar en dos segundos o se asfixia y se muere. “
Y entonces ¿es que te olvidas de ser libre?
“Te olvidas de ser libre. Si no nos acordamos de respirar, la respiración se va acortando, y al final lo que utilizas para respirar, si es que tienes tiempo porque esto va ligado al estrés, se achica, se achica, se achica. No conectas, y ya no me refiero con tu capacidad de entender si este cuadro es surrealista o es impresionista, sino con tu capacidad de respirar correctamente como lo hace un animal. ¡No bailas! No hay tiempo, y luego empieza el factor timidez, vergüenza, no sé, no puedo. Creo que la escuela debería enseñarnos otras cosas, a no perder la unión con la naturaleza y sobre todo con nosotros mismos que somos parte de esa naturaleza. Algo no funciona, ¿porque entonces los seres humanos viven con ansiedad? Y luego esta es una sociedad que no ofrece ni siquiera las mínimas garantías para educación y salud, los dos pilares, entonces ¿de qué libertad hablamos?”
No creo que el niño que en una pandilla ejerce actos de violencia, o el niño que a lo mejor hurtó algo, y no digo que esté bien robar, pero no creo que ese niño haya nacido y haya decidido que le gustaría dedicarse a robar una manzana al día porque tenía hambre. Y me refiero al niño que, por lo que sea, realiza una actividad que no quiere realizar. Creo que todos los seres humanos nacemos libres, con los mismos sueños, pero la sociedad te excluye. Estas son cosas importantes.
ELLA ESCRIBE
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El repertorio temático de esta guionista peruana no descansa jamás. La música y las voces de cada ópera siempre la avalan y acompañan como contexto perfecto para un escenario que se abrirá ante historias poderosas, actuales, reales y que persiguen la libertad como trofeo máximo, una real; una libertad física, mental y emocional.
Hay tanto por hacer desde su punto de vista, mucho más de lo que la consciencia nos dicta que es posible. Dar a conocer estas realidades desde las artes es una constante conciliadora e innovadora y, desde luego, es siempre una invitación permanente al análisis crítico. ¿Cuánto más se puede hacer desde el espacio propio? ¿Cuánto más se pueden involucrar todos los géneros?
Hace pocos días su más reciente trabajo cobró vida en Finlandia, 2020 empezó con las letras y los ecos de más y más libertad propagada desde las zonas nóridcas:
“Es una obra de denuncia que atraviesa un incidente diplomático muy puntual entre Iván El Terrible y el rey de Suecia, hace ya varios siglos. ¡El cuñado del rey ofrece a su cuñada como objeto para el éxito en una negociación! Y claro, esta mujer es casada, tiene niños y como no la entregan, eso significó que Iván El Terrible quedó tan fastidiado que después hubo varios años de guerra. Eso ahora sería venta de un ser humano, tráfico de personas. La obra la abrí con un largo monólogo en donde ella habla y acusa de que la quisieron vender:
- Me quisieron vender como a un trozo de carne,
como a un oso,
como a una yegua.
Pero yo a mis hijos les dejo un legado.
Yo soy libre y nací libre.
NADIE VA A SOMETERME.
La variedad de su repertorio suele estar familiarizada con personajes históricos. Sin embargo, cotorras parlantes, ballenas que lloran o niños creados en un mundo paralelo también han formado parte de sus personajes elegidos al momento de darle vida a una temática particular. Variedad, atrevimiento y disrupción son tres variables que entretejen las letras de Maritza Núñez.
“Hay dos razones por las que vuelvo a los personajes históricos, a los monólogos, a esa posibilidad de diseccionar todo el interior. Hay una pasión natural en mí por la historia. Cada cierto tiempo juro y rejuro que no vuelvo a asumir un personaje histórico, porque además demanda muchísimo trabajo de investigación, de terreno. Pero si alguien me lo propone, claro, voy a sucumbir porque me atrae la historia, me atrae la arqueología. Y lo otro es que, si no hubiera sido ni escritora ni historiadora, me habría dedicado a la fotografía o a la psicología. Es decir, tiene su explicación este buscar en mis personajes toda una profundización en su psicología, en el comportamiento, en el mundo interior, muchas veces priorizando eso en relación a la acción."
Ella parece disfrutarlo al máximo, se sumerge hasta lo más profundo en el tema que ha recibido y su mirada, o curiosidad, supera la acción. Ella necesita saber ¿qué hay detrás de esa acción? El porqué de ese suceso.
Sus procesos parecen guardar algunas de las características de las investigaciones policiales, aunque el thriller es un género que aún está pendiente en su lista personal. Sin embargo, sin importar cuál sea el tema elegido, la denuncia suele estar presente en sus contenidos, el no callar frente a hechos que, tantas veces, sobrepasan lo negativo para alcanzar lo sórdido como la explotación infantil o el tráfico de personas y animales.
En el caso de Hemingway habló de la libertad, pero no por Ernest sino por su hijo, que cambia de sexo. En Frida y Diego, la libertad desde todo punto de vista: en el amor, en la revolución, en el arte y también en la política. En Gabriela Mistral, se trata del acercamiento del público al lado real de un personaje, tal vez, idealizado como ícono, uno que ahora se presenta humano ante todos.
“Gabriela Mistral, fue la primera ópera que estrené con la música de Keiko Fuji, una compositora japonesa. En su caso una cosa es el mito, pero cuando empiezo a estudiar al personaje resulta que era una mujer que vivió relaciones lesbianas, y cuando profundizas, esa Gabriela de postal, esa Gabriela que solo sufrió, que fea como la tratan algunos, que no tuvo ninguna concreción del amor, ¡mentira!, tuvo muchas concreciones.”
Maritza también ha hecho ópera para niños con temas vinculados al bullying o a la ecología como en “Espíritus del Bosque” o “La Ciudad bajo el Mar”. Además, tiene tres obras sobre el trabajo infantil: una sobre la prostitución, maternidad infantil y pandillaje juvenil; la segunda, relacionada al trabajo infantil en la minería, “alrededor de cinco millones de niños en el mundo, ¡eso es horroroso, es una tragedia!, comenta la escritora; y la tercera, habla de niños en la Selva Peruana trabajando en el contrabando de especies exóticas que están desapareciendo.
Hasta hace menos de dos meses, la guionista cerraba un año agitado entre temáticas vinculadas al genocidio, medioambiente y violencia de género, todas obras puestas en escenarios Latinoamericanos. Es una escritora imparable.
Hay algo exquisito en su obra y es la lejanía absoluta del miedo a expresar sus ideas, a los tabúes impuestos por la sociedad, a los silencios innecesarios. Su literatura es libre, nutrida y llena de fuego, uno necesario para sobrevivir, y para generar la supervivencia de esas fibras emocionales que aún quedan en la mente y en el alma de los seres humanos. Un fuego, en su caso, nutrido por la LIBERTAD REAL de pensamiento, opinión y expresión. Un fuego tantas veces consumido en otros rincones del mundo por el qué dirán, por la ausencia de la libertad de expresión, por el temor intrínseco a las consecuencias amenazadoras.
La entrevista inicia con las palabras libertad y talento.
Y ahora, la entrevista sólo puede terminar con las palabras, en mayúsculas: LIBERTAD PURA Y PURO TALENTO.
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