Pronto llego a casa y voy caminando cuando empieza a lloviznar. Voy más lento porque me encanta la sensación en la piel de estas gotas que amenazan con convertirse en lluvia, de las fuertes, de las grandes, pero en el fondo todos sabemos que se quedarán como gotas besuconas que seguro también están llegando a casa a despedir el día, a secarse por completo y entrar en calor.
Camino más lento y pienso en la tarde que empezó temprano junto a un ser de rizos largos y ojos brillantes cuando te miran, ocho años envueltos en una chompa lila y un tutú blanco, zapatillas y un dibujo que ha hecho para mí, "para que lo cuelgues en tu pared y ya no estés triste".
El amor inmenso y una sonrisa eterna. La abrazo incluso cuando no la abrazo. Le digo que la amo tantas veces que se ríe y me dice "ya me dijiste eso". Entonces se lo vuelvo a decir y siempre responde "yo también". Nos reímos mucho juntas y caminamos buscando una tienda de flores.
Ha dibujado a Pim Pon, unas galletas con formas de huesito, corazones, unas huellas de cuatro patas y ha colocado globos que dicen "I miss you".
"I miss you too", pienso...Tanto...Tanto.
Le muestro el video de la chimpancé "Vainilla" que ve el cielo por primera vez, le explico por qué ocurrió eso y qué significa testear en animales, ella canta una canción al medio ambiente que le han enseñado en el club de exploradores, también me dice que la abuela y ella han preparado un budín "exquisito" y que ahora ya es una "experta". Nos sentamos en una banca, el sol se asoma, ella come su pastel y yo he traído unos palitos de avena con ajonjolí. Hablamos tanto y de tanto cuando nos damos cuenta que el sol se ha puesto y entonces, nos quedamos allí, juntas, observando los colores con que se acaba la tarde, sobre el mar, nuestro mar gris que habla incluso mientras duerme.
No sé si hay más luz en el cielo o en mi sobrina, su paz me traspasa y ahora yo también siento tanta calma y alegría.
¿Cuánto tiempo vive una mariposa? - me pregunta, cuando ve algunas volar.
Había olvidado que a los ocho años ya saben leer. Así es que arranco una hoja de mi cuaderno y le escribo una pequeña carta, la doblo y la meto en su cartera, la leerá en casa, me promete.
Mi hermana ha llegado y lo primero que le dice es "¡mami, te quiero enseñar el video de una chimpancé que estuvo encerrada muchos años y que nunca había visto el cielo!!!, mami, ¿qué shampoo usamos?"
Llego a casa, la llovizna ha cesado.
"Las mariposas son eternas, nunca se van, como todos los seres no humanos. Se quedan para siempre aquí y allá, aunque ya no los podamos ver. Son como la música, como los colores y los abrazos de oso, como el olor del budín de la abuela y las puestas de sol, como el mar conversador y tantos 'te amo'. Permanecen en tu memoria y dentro de ti. Hasta el infinito...Y más allá."
Gracias por acompañarme en este viaje literario a través del arte y la cultura.
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