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CINE MELÓMANO: EL DÍA QUE LOS MÁS JÓVENES ELIGIERON VOLVER AL FUTURO

Foto del escritor: LUCY QUINTANILLALUCY QUINTANILLA

Envolvimiento, imágenes, sonoridad y bulla



Una película bien narrada posee potencial. Una película “bien narrada” a nivel de contenido y forma, puede superar los límites esperados del éxito.  Una película bien narrada a todo nivel, estratégicamente construida para un público objetivo y totalmente adaptada a las necesidades del contexto actual logrará convertirse en una suerte de súper ventas editorial, o más que eso.


Sin embargo, sobre todo aquello, una película que además incluya íconos idealizados por generaciones, música inmortal, sonidos ultra envolventes y notas que disparan tu imaginación, tus emociones y tus sensaciones, simplemente se consagra como un cóctel peligrosamente placentero, que toca, atraviesa y arrastra a todas las generaciones existentes.

¿Qué elemento poderoso tienen las películas que reviven la historia y, sobre todo, los sonidos y canciones creados e inmortalizados en un “para siempre” por bandas como Queen y The Beatles?

¿Qué molécula única detona el interés de las generaciones más jóvenes por bandas de rock o rock-pop que existieron y brillaron especialmente en la época de sus padres, tíos y, en algunos casos, abuelos?

“Es que son inmortales”, me dicen algunos.

“Es que ellos construyeron la historia de la música”, comentan otros.

“Es que todos quisiéramos ser un poco, o mucho, como ellos”, mencionan terceros.

“Es que la vida me cambia lo que duran sus canciones”, sigue una cuarta.

“Es que, todo parece simple cuando los escuchas, la vida deja de ser tan complicada y solo te sientes bien, y ya”, añade alguien más.

Después de ver las salas de cine repletas, con chicos y chicas entre 13 y 24 años tarareando la música, haciendo colas largas por ver a un insuperable ícono de los escenarios llamado Freddie Mercury, esperando mientras toman selfies, postean todo lo que les pasa, o les pasará en unos momentos, desde el pop corn hasta las puertas de las salas; desde los asientos, hasta lo que va apareciendo en la pantalla...Snapchat o Instagram, Tweeter o Facebook, Whatsapp o Pinterest. ¡Todo cuenta!

Y nuevamente...Después de verlos emocionándose, mover la cabeza, las manos y los pies al ritmo del soundtrack y tarareando las canciones en las últimas escenas de “Bohemia Rapsodia”, o asimismo de multiplicar su curiosidad y sed de contenido por Los Beatles después de encontrarlos, o reencontrarlos en una de las comedias románticas más exitosas del año, “Yesterday”. Después de todo eso me sigo preguntando ¿cuál es el secreto de la industria para involucrar a este público, hasta el punto de las lágrimas, la emoción y el anhelado “querer saber y tener más de esto”?

Bohemia Rapsodia, con un corte mucho más autobiográfico y Yesterday con sobredosis de notas de romanticismo ficticio muy al estilo de Curtis.

¿Qué hace que las nuevas generaciones se involucren y se interesen, de la manera lo hacen, a través de una película, de la música y de los momentos vividos por ídolos musicales que existieron varias generaciones antes que ellos?

El reconocido crítico peruano de cine, Isaac León Frías, “Chacho León”, enmarca en un contexto, que es más predecible de lo que aparenta, las claves de una estrategia muy bien pensada por parte de la industria cinematográfica y cuyo impacto social, a través de la música, se refleja en las reacciones de millenials y aquellos denominados La Generación Z. Un viaje que acaso no alcanza la definición de fenómeno socio-cultural, todavía, pero que logra envolver en la historia de la música a muchos que, sin este tipo de entregas audiovisuales, quizás jamás conocerían o reconocerían momentos y personajes que han atravesado la valla de ser un “producto rentable” para convertirse en emisores de contenidos y revolucionar, desde sus espacios propios, la industria global y la cultura, marcando un hito de ahora en adelante.


¿Cómo ocurre el impacto tan grande de traer de vuelta, con Los Beatles cuatro, cinco o seis generaciones anteriores a la época contemporánea y lograr que los chicos entre 14 y 25 años vibren y quieran comprar todos los souvenirs, descargar la música, componer covers e ir a conciertos por tributos a esos ídolos? Bohemia Rapsodia y Yesterday son los ejemplos más recientes.

Creo que eso demuestra que hay algunos intérpretes que mantienen una permanencia más allá del paso del tiempo. De manera particular, creo que, a partir de la música de los años 50, Los Beatles se han convertido un poco en lo que para los amantes de la música clásica sería el periodo barroco con Bach, Vivaldi y más allá del Barroco el caso de Mozart y Beethoven.

Son fundadores, iniciadores de una nueva música y en ese sentido creo que van a permanecer en vez de ser relegados u olvidados.   Y lo que ocurre con Los Beatles también ocurre con Mercury y Queen, más aún que con los Rolling Stones, porque en el caso de los “Rolling” en su momento fueron LOS INCONFORMISTAS y aunque Los Beatles también aparecieron como tales en un ambiente muy conservador, sus letras eran más románticas mientras que los otros podían ser más provocadores. 

Queen también tenía un lado relativamente rupturista y sin ser lo más complejo del Rock, generaron ruptura dentro de los cánones habituales. Creo que todo eso permanece y que la juventud se identifica con ese lado.

COMENCEMOS

La entrevista ocurre en un salón de clases donde se dictan cursos de cine.  Chacho fue mi profesor en la universidad y una década después, oyéndolo, vuelvo a esa etapa en la que me cuestionaba mil cosas sobre lo que el experto en ese momento había mencionado en clases.  Ahora el aula está vacía, las cuatro hileras de carpetas enumeran decenas de estudiantes que habitan allí por una o dos horas a diario, que lo escuchan y que se quedan con esa sensación de color, de luz y de gusto que emana de la industria cinematográfica.

Reconozco que me quedé sorprendida al ver tantos adolescentes y gente recién entrada en sus 20s cuando fui a ver ambas películas, Bohemia Rapsodia (2018) y Yesterday (2019). Y entonces, me sigo preguntando mentalmente ¿qué  tienen estás películas que logran que toda una generación actual se interese por sus protagonistas y hagan suyas sus canciones, las compartan y las vuelvan parte de su realidad diaria, esa misma generación que crece en medio del AQUÍ Y EL AHORA, del QUIERO MÁS, y DEL CONTENIDO INFINITO, INACABABLE Y CONSTANTE, y que hasta cuando duermen están con el teléfono al lado y si se levantan de madrugada para ir al baño vuelven a coger el celular solo para ver si hay algo nuevo. Esa misma generación que en su versión latinoamericana, aunque en algunos casos, no domine el idioma inglés, vibra del mismo modo que un millenial anglohablante cuando oye a Freddie Mercury cantando Radio Gaga o un Help Me de Los Beatles en una versión mucho más electrónica, dirigida por una guitarra que parece haber enloquecido y que por eso gusta más, una versión totalmente adaptada a sus tiempos y que, tal vez, y solo tal vez, por eso los atrape de tal manera...

Chacho, ¿qué hace que esa música que fue rompedora en su momento cobre poder hoy y logre envolver a las nuevas generaciones? Porque podríamos considerar que, para el estilo de vida actual, veloz, tantas veces engreído e inmediato, canciones como las de dichas bandas a veces podrían resultar “suaves” o muy lentas. Es decir, tal vez si alguien ha crecido expuesto a música como la de Bohemia Rapsodia o Yesterday, se le hará más sencillo disfrutar de ello, una casa en donde papá, mamá o tío oían a Los Beatles, a los Rolling Stones o a Queen. Pero ¿en la actualidad qué ocurre? O es que, como en la película “Yesterday”, la mayoría de las canciones están adaptadas a mucha tecnología, como si de un DJ transformando los sonidos se tratara y ¿por eso el éxito es más efectivo?

Evidentemente, la tecnología tiene que ver, ha ido dándole a la música una dimensión auditiva no necesariamente de mejor calidad, ya ves como los melómanos y los especialistas siguen considerando que el disco de vinilo y su sonoridad es insuperable, pero, sin duda, en términos de envolvimiento, sonoridad y bulla, como dirían algunos, la tecnología ha permitido avances extraordinarios. Y  sí, efectivamente también es un factor importante. A esto se une a lo que te mencionaba antes, lo que podríamos llamar una cierta inmortalidad de esa música que es lo que prevalece.

Es una sonoridad que les resulta familiar, el rock llega para instalarse. 

Además, no es lo mismo ver algo en el cine que en tu casa, aunque tengas una pantalla inmensa y a Netflix como gran aliado de vida. Tampoco en el teléfono. El impacto es totalmente distinto. ¿Todo influye? ¡Cierto! El cine sigue siendo, especialmente ahora que se habla mucho de la capacidad tan grande de Netflix para ir absorbiendo al público, el cine sigue siendo el medio más envolvente. Además que te hace vivir una experiencia socializadora, una experiencia compartida, se ven las películas gregariamente y esto se transmite.

Cuando lo haces para el cine logras traer toda una era y atrapas.

¿Crees que se hubiera logrado el mismo efecto si las películas se hubieran  hecho para Netflix, para la televisión? ¿Por qué?

Probablemente no, probablemente digo porque siempre es difícil de decirlo categóricamente. Pero creo, como tú, que ahí el cine cuenta muchísimo para causar ese efecto, es una invitación a la visión compartida, es un espectáculo congregado, no necesariamente viendo a las figuras en la realidad, pero sí como si estuviesen presentes. En el caso de Yesterday además, y de manera muy especial, porque no son Los Beatles, como personajes, los protagonistas. No es sencillo lograr sacar a una generación de su cotidianidad, incluso si este mismo grupo es aquel caracterizado por detestar la zona de confort y por adorar tomar riesgos y conocer lo nuevo tanto como puedan, experimentar cosas diferentes y ser los famosos rompedores por excelencia.  Aun así, ¿cuál es la clave del cine contemporáneo y las nuevas tecnologías para lograr que un grupo que, a veces, está pegado al superhéroe de Márvel y a ese tipo de sonidos, rapidez, acción e incluso a la versión “Marvel romántico”, acepte con entusiasmo triunfos de décadas pasadas y casi, casi se apropie de ellos?. Una clave por descifrar del cine aunado a otros géneros artísticos, como en este caso, la música o la moda. 

¿Será que ellos quieren pasar a una experiencia nueva, distinta, e incluso parecida a la de la época de sus padres? Creo que estas películas propuestas, parecidas, están permitiendo que se descubra un filón que probablemente las nuevas generaciones tenían totalmente descuidado. Y es interesante porque esto además abre la posibilidad de que eso se pueda expresar de otras maneras, con otras expresiones musicales u otros estímulos que no sean los repetidos de los blockbusters como Marvel o DC, que es lo que ha venido copando el mercado audiovisual en los últimos tiempos en términos de gran convocatoria.  Creo que se están descubriendo estas otras áreas. 


Por ejemplo, lo veo en mis hijas que tienen 19 y 20 años. La menor ya tenía una mayor apertura a la música del pasado, música de los 60s, 70s y 80s, pero la mayor no tanto y me parece que con películas como estas se está abriendo más. Entonces se trata de áreas que estaban adormecidas, latentes y que se despiertan con ese estímulo.


Brittany Hodak, colaboradora de la revista Forbes, en su artículo sobre el impacto de la música en los integrantes de la Generación Zed señala que "tienen más opciones que nunca para encontrar música no descubierta, y la Generación Z adopta esa diversidad en sus géneros y plataformas musicales, combinando una mezcla de opciones de medios nuevos y tradicionales para el descubrimiento y consumo de música".

Los sonidos y ritmos a mares son parte de su vida diaria, una necesidad en la que invierten tiempo y emociones, una búsqueda en la que quieren descubrir constantemente y que consideran fundamental, en la que los artistas y sus entregas influyen en sus vidas e incluso en sus formas de vestir, en sus grupos sociales y en sus estados de ánimo.

Y así llega Freddie Mercury y los sonidos de Paul, Jhon, Ringo y George para instalarse en un probable “para toda la vida” entre los espacios delimitados por Ed Sheeran, K-Pop boy band BTS, Shawn  Mendes, Beyonce y Taylor Swift.  Se identifican, vibran con los sonidos, con las historias narradas, con los protagonistas, con sus irreverencias y sus sueños, que los convierten en suyos. Finalmente se trata de chicos buscando un espacio en el difícil mercado musical, que fracasan y se pelean con el mundo solo para reconciliarse con él nuevamente y volver a pedirle una oportunidad, una y otra vez, y otra vez, y una vez más. HASTA LOGRARLO.

ME IDENTIFICO CON LO QUE VEO ¿Y TÚ?


Los inicios difíciles que todo artista atraviesa, las dudas, la desesperación, la búsqueda constante, la incertidumbre y tener que “vivir”. Esos comienzos que tantas veces implican rechazos y múltiples caídas.  ¿Cuánto interés puesto en ese tema hay por parte de los directores o guionistas detrás de estas películas? ¿Se busca sentido de identificación en la nueva era?

Mucho y muy fuerte. Por ejemplo, está el caso de la película peruana "Asu Mare", que fue un éxito impresionante con 3 millones de espectadores y por lo visto, según las investigaciones que se han hecho, en una medida importante esto se debe a que se cuenta la historia de un personaje que surge desde muy abajo y se convierte en un triunfador. Es un tema que está muy vigente ahí y que no solo es la historia de Los Beatles sino también de muchos de los músicos que surgieron un poco de la nada. Aparecieron cuatro chicos de Liverpool, muy talentosos y aunque les costó triunfaron.

Pero también toda esta mitología del éxito, del esfuerzo y el desarrollo personal, todo esto tiene mucho peso y en estos tiempos se valora muchísimo.

¿Una estrategia comercial entonces?

Creo que sí, cuenta mucho. En una época que es mucho más competitiva, mucho más dura, donde desde muy temprano está la pelea para encontrar espacio de trabajo y salir adelante, ese es un motivo que empalma mucho con lo otro.

Y en una época en que surgen coaches y mentores constantes que te ponen ejemplos sobre cómo después de múltiples intentos la gente lo logra, después de mil caídas solo el que persiste lo consigue.  ¿Todo esto va salpicando los ingredientes para algo final, o no?

Sí, tiene que ver con el coaching, con la autoayuda, la literatura sobre consejos para empresarios, ejecutivos, para emprendedores. Todo esto está ahí porque finalmente, ellos, los músicos, también fueron emprendedores que salieron adelante.

La generación actual está expuesta a esas ventanas, aunque no lo quieran. Y esto también influye al momento en que ellos consumen estas películas, porque más allá de la predisposición o de la consciencia que puedan tener de ello, claro que todo esto está influyendo y tocando muchas fibras.

LO SOCIAL. LO RACIAL. LO CULTURAL

En Yesterday, ¿que el protagonista que va a reencarnar a uno de los íconos más grandes que ha tenido Inglaterra a nivel musical, sea de origen hindú en lugar de un personaje de rasgos totalmente anglosajones, suma como factor de influencia para que esta generación se identifique o se sienta conectada con un producto? Partiendo del hecho actual de la migración como un fenómeno social totalmente latente en ciudades como Londres, fenómeno que se replica en distintas partes del mundo.

No estoy seguro si suma de manera absoluta, pero parcialmente sí, porque vivimos en sociedades cada vez más integradas y donde hay cada vez más migrantes. Lo que sí creo es que es evidente que, en ambas películas, Bohemia Rapsodia y Yesterday, hay una voluntad de reivindicación del migrante.

Sin embargo, lamentablemente en todos los países hay racismo, hay reacción, hay resistencia, toda Europa por ejemplo está viviendo una etapa muy difícil.  Y en un país como el nuestro, el éxodo de los venezolanos que genera también un serie de roces por xenofobia, por la creencia del extranjero que nos deja sin trabajo o la delincuencia.

Entonces, creo que en la voluntad de la película hay esa intención, y esto contribuye a la identificación, a sentirse más cerca a la filmación, y a sentir que, si eres extranjero, pobre, o en una sociedad como la peruana "negro" o "cholo" puedes salir adelante en un momento dado y convertirte en una gran figura, en una gran estrella.  Las dos películas están muy bien pensadas en este escenario contemporáneo.


Mientras escucho a Chacho, pienso también en los estudios realizados en los últimos años acerca de esta generación tan joven, como líderes que marcan tendencias y que cuentan con una capacidad de influencia avasalladora, como tal vez pocas veces se había visto antes.  Ellos controlan la primacía de los contenidos en las redes sociales, lo que “va” y lo que “no va”, lo que hay que seguir, lo bonito, lo cool, lo feo y lo desechable también, definen el tiempo de duración de un producto o servicio, lo encumbran y se vuelven la ventana ideal para inversores, cuentan con poder de adquisición como no era común para las generaciones anteriores, no a esa edad al menos y su radar de influencia atraviesa verticalmente la mayor parte y variedad de géneros de la economía global, no hay mercado que se les resista y por ellos son un núcleo y un imán para las marcas.  Sin olvidar mencionar que son una herramienta necesaria para el crecimiento de otros, ya sea una compañía como tal o un artista de forma particular.

Entonces, “Let it be”, “Love of my liife”, “She loves you” o “Under pressure” se vuelven tonadas pegajosas, que se clavan en los sentidos, con letras en modo #storytelling que a través de historias de amor y conciertos milenarios con miles de personas que vibran y viven como en un sueño ideal estar cerca de la banda de música tan esperada, te envuelven en un mundo del que quisieras formar parte ¡ya!. Todo parece posible.

¿Magia pura?  Quizás.

Así, encontramos a un ídolo que despliega pasión absoluta sobre el escenario, desafiante, líder de poro a poro, irreverente, bueno, malo, TODO al mismo tiempo. 

O un buscador de éxito que se deja llevar por la fama, dinero y poder por unos minutos pero que al final, como en un sueño luego de ver al ídolo milenario, al único e inigualable Jhon Lennon, reacciona y va en busca de lo más importante en la vida, el amor, tan solo para darse cuenta que cuando hace las cosas bien...”todo” sale perfecto. El protagonista es el chico de a pie, como uno mismo, sin el físico perfecto, ni el estilo más pulido, es más bien alguien que, por momentos, se siente un #loser y que sin embargo, definitivamente no lo es. ¿Cualquiera puede lograrlo entonces, no es cierto?

Dosis altas de amor, de logro al final del camino sin importar lo difícil que sea, de triunfo absoluto y claro, de inmortalizar tu nombre. ¿La fórmula perfecta en tiempo de millenials, Zeds y Alfas? ¿En eras de depresión, ansiedad, velocidad pura, emprendedores, igualdad de género y de trabajar veinte horas al día?

WE ARE THE CHAMPIONS


Entonces, estratégicamente pareciera que hubiera sido todo un equipo de inteligencia uniendo piezas para tener llegada y vender, y que para eso ha elegido minuciosamente lo que más le afecta a la gente en este momento ¿no?

Ellos hacen un análisis de mercado y se detecta cuáles son esos factores.

Creo que estas películas, sobre todo, están dirigidas para el público joven. Al otro público ya lo tienen ganado y no les es tan significativo, porque el más consumidor es el de las nuevas generaciones, es a ellos a los que están tratando de llegar principalmente. Incluso, en la fantasía de la película Yesterday, es muy sugestivo que estemos en un mundo que olvidó a Los Beatles.  Entonces, hay que reinventarlos especialmente para un sector juvenil.

Que es el que vende, el que te da millones y casas exquisitas en la playa y todo eso... ¡Exactamente! Por ahí va la película, creo que en el ojo comercial también ha estado eso. Finalmente, la película a lo que apuesta es a dar el paso, a arriesgarse, a no amilanarte, a no quedarte atrás.

¿Qué es lo que más se gana, además de dinero, llegando a un público tan joven?

Hay una propuesta de la película que va más allá de la ganancia económica, que es legítimo y absolutamente convencible, y es tratar de reinstalar estos clásicos de bandas tan importantes en la historia del rock-pop y con ellos reforzar una etapa del desarrollo de la historia y de la música en la que esas composiciones tengan la mayor presencia posible. Esto fue notorio especialmente con Freddie Mercury.

Además, esto cruza todos los sectores sociales.

Sí, por ahí también tiene que ver el asunto del migrante, que viene de países árabes o de la India. Lo atraviesa todo, el público se siente tocado, hay una parte de ellos y de su música que va tocando de una o de otra manera a todos, eso habría que analizarlo con mayor detalle. Habría que ver, de todos modos, hasta qué punto impacta en los sectores más bajos, en esta escala que los mercadólogos han denominado A,B,C,D, E, F. Habría que ver si hasta el final de la pirámide se influye con la misma fuerza y contundencia, pero evidentemente hasta A,B,C,D sí, sin duda alguna, yo diría que E también. ¿Crees que más allá de algo puramente artístico hay también una estrategia política y económica, dado que el sector cultural es uno de los que más dinero genera en ciertos países?

Sí, creo que también pasa por ahí, no como algo programado, calculado pero sí forma parte de una estrategia político cultural. Y creo que, con mayor influencia del sector más liberal, no del conservador, sino del sector más abierto, más renovador. De pronto todos quieren ir a Liverpool, todos quieren caminar por Abbey Road. ¿Ese fenómeno podría aplicarse a una versión Latinoamericana? Te pongo un ejemplo distinto y muy interesante, la película Roma ha tenido efectos increíbles y uno de ellos es que ha elevado el turismo en Ciudad de México, que ya era bastante grande, y especialmente en la colonia Roma, que ya era atractiva porque había cafés, restaurantes, lugares donde comer, es una de las colonias tradicionales, cercana además al Centro Histórico, no muy lejos del Zócalo. Además, es una película cuyo protagonismo lo tiene una empleada doméstica.

LATINOAMÉRICA SUPERSTAR


¿Podríamos hacer algo similar, pero con nuestros íconos musicales latinos? Finalmente, nuestras raíces son más entregadas a la Salsa y a ritmos más Pop Latinos. ¿Crees que eso funcionaría aquí?

Creo que puede funcionar, tal vez no con la misma capacidad totalizadora que sí pueden tener Los Beatles, en el sentido de que la salsa podría estar más acotada a ciertos sectores sociales, es democrática porque también atraviesa el arco, pero no tiene el mismo alcance. ¿Y si fuera algo relacionado con el rock, como con Soda Stereo, quién crees que será el director ideal para eso, hablando de una película en castellano?

¡Qué buena pregunta! Fíjate que ahí sí, no tengo una respuesta para darte porque todavía la experiencia no se ha hecho, pero sí creo que sería un desafío interesante para ver qué resultado da. ¿Este fenómeno que ha acogido a tantos jóvenes permanecerá en ellos, y esto se transmitirá a futuras generaciones? ¿O esto es un fenómeno pasajero?

Puede permanecer, espero que ocurra. Porque, me dirás que, en circuitos muy minoritarios, la música de Bach y Beethoven no ha desparecido y no va a desaparecer. Igualmente creo que esto no va a desaparecer, sino que va a permanecer en una escala incluso muchísimo mayor de lo que puede ser la música clásica. ¿Cuál es la relación y la potencia máxima que le ves a vincular el cine con la música como protagonista, con el hecho de escoger un personaje o personajes específicos para mostrarlos de lleno y casi revelarlos al mundo? La potencia de la imagen cinematográfica, su capacidad de expresión, eso que lo hace muy envolvente, persuasivo y es incomparable con otros medios.  Esa capacidad que el cine tiene de ser tan integrador es una especie de compendio de las artes.

La música es fundamental, tiene una importancia central y, desde luego, la imagen la potencia enormemente.

Este se revela como un mundo de “Screenagers” o mejor dicho, aquellos para quienes casi todo ocurre a través de una pantalla, el fenómeno y la afición al muti-tasking (hacer varias cosas al mismo tiempo), la velocidad de la acción incluso antes que la eficacia y la exigencia máxima para sentirse convencidos de que algo es una realidad en la que vale la pena invertir ese bien tan preciado llamado tiempo. Ese mismo mundo donde la generación más joven elige escuchar hasta cinco géneros a la vez y para quienes sentirse cómodos y hacerlo simple resulta por poco un mantra en sus vidas,  y entonces, el cine les devuelve lo que sus padres y abuelos añoraron, íconos musicales que no han vuelto a surgir del mismo modo ni con la misma fuerza, sonidos únicos, estilos personalizados e irrepetibles, notas que vibran por sí solas y una serie de recursos y contextos musicales que les permite oxigenar sus mentes y combinar lo tradicional con lo contemporáneo, lo real con lo irreal y lo pasajero con aquello que jamás morirá y permanecerá con uno, hasta que la muerte nos separe.


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